Uno de los más recurrentes recuerdos que todo mundo me ha comentado conforme van entrando a la pagina es la parafernalia creada al rededor de los garbage paild kids, aquella parodia excelente de los Cabbage Patch Kids,, los juguetes mas famosos de aquel entonces.
La barajitas que contenían por lo regular un rancio chicle en forma de tableta se vendieron como pan caliente afuera de las escuelas, por lo que los rumores que uno escuchaba que iban desde que contenían lsd impregnado para que se te quedara en los dedos, hasta que un niño quién sabe en donde había matado a su mama por imitar una de las figuras que venían en las ilustraciones.

Y es que recordemos que la puritana década de los ochentas a penas fue el destape de la censura, sobre todo en un colegio con tintes religiosos como el mío. La historia que circulaba es que el creador original de los Cabbage Patch Kids había sido despedido luego del éxito de dichos muñecos, por lo que en venganza había creado estas barajitas.
La historia real es que fueron invento de la compañía topps, la misma que había creado desde los cuarentas las barajas de los jugadores de beisbol. Xavier Roberts, dueño de la TOPPS inició una búsqueda de artistas para realizar la serie que tenía en mente. La idea, original de Mark Newgarden y Art Spiegelman (Spiegelman contaba que la idea brotó un día en que vio la foto de un feto en un bote de basura, nada más coherente), requería de un artista que se aventara 44 pinturas en dos meses, y se audicionó a tres dibujantes neoyorquinos, pero fue John Pound quien recibió la asignación de realizar no solo la primer serie, sino también la segunda y la mitad de las ilustraciones para las series posteriores ya que su estilo era el que más se acercaba a la preconcepción de Roberts. Entre los dibujantes de quienes se puede apreciar su arte en las aproximadamente 1245 tarjetas publicadas en las series norteamericanas se puede contar a Tom Bunk, James Warhola (ambos de la revista MAD), Jay Lynch y el mismo Pound.

Así que como podrán ver todas aquellas leyendas urbanas de dealers, matanzas e incluso hasta demoníacas, son un ingrediente mas de un éxito comercial bastante retorcido.
Si alguien recuerda haber visto, intercambiado o inclusive tener alguna de estas joyas, espero ser el dibujante de una sonrisa.