Segundo Aniversario

Decía Joseph Heller, “He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño”. Nunca encontré una frase que me definiera mejor y quizás a muchos de nosotros. El 19 de Octubre del 2009, me abandone por completo a esa filosofía y mi sorpresa ha ido en crescendo desde entonces.

Hoy se cumplen ya dos años, y en esta ocasión quiero yo felicitarlos a ustedes, por dos años de sentirse niños, por dos años de estar compartiendo conmigo este espacio, por dos años de permitirse abrir la puerta de la infancia a pesar de lo que todos digan, por dos años de dejarme hacer lo que mas me gusta, por dos años de haberme hecho reencontrarme no solo con mi pasado, sino conmigo mismo, les doy las gracias porque hoy después de 550,000 visitas, 243 seguidores, 19 etiquetas y 639 publicaciones, me doy cuenta que el vinculo que hemos formado se ha vuelto cada vez mas fuerte. Quiero también agradecer a los que voluntaria, involuntaria y anónimamente colaboran con esta ya, una comunidad.

En 1984 William Gibson público su novela de ciencia ficción, el neuromante ahí se definió por primera vez el ciberespacio, un lugar virtual que se encuentra dentro de las computadoras y redes del mundo. El 8 de febrero de 1996, en Davos Suiza, John Perry Barlow escribió la Declaración de independencia del ciberespacio en la que exhortaba a los gobiernos a no ejercer soberanía sobre el ciberespacio, definido por el mismo como "el nuevo hogar de la Mente".

Así defino esta comunidad, un hogar, con todo el peso de sus cinco letras. Que si bien no es físico nos permite a todos ponernos en contacto con este mundo maravilloso que dejamos atrás, y que por lo visto no estamos dispuestos a olvidar. Por que en palabras de Michel ende, Los hombres grises roban el tiempo y roban la imaginación “la capacidad de alegrarse, de entusiasmarse y de soñar”. No dejemos que lo roben y sobre todo sigan dibujando sonrisas, como si en ello se les fuera la vida.

Con cariño
Willy

En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes,
sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño,
pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que
vivía en él y que le hará mucha falta.

Pablo Neruda (1904-1973)